La voz de Gardel, viva en la muerte, es para Francisco Luis Bernárdez (Menosprecio del centro y alabanza del arrabal: LA NACION, 28-III-1954) la única en Buenos Aires capaz de permitir a cada porteño, oyéndola, “constituir con todos (los demás) ese vasto y único ser de la pasión en que a veces confluyen los a es que forman las multitudes populares”.Artículo subido el 28/03/21